En 1999 se completaron diez años de grandes cambios en las condiciones externas e internas de Ia industria cafetera colombiana, que tiene que ver entre otros, con Ia ausencia de acuerdos entre países productores y consumidores para estabilizar los precios externos, Ia menor disponibilidad de mano de obra y Ia revaluación de Ia moneda nacional durante Ia mayor parte de Ia década. Sin embargo, reconociendo que en los Últimos 18 meses Ia tasa de cambio se ha recuperado significativamente. Estos cambios afectaron Ia productividad y Ia rentabilidad de Ia caficultura y su competitividad frente a otras áreas productoras, poniendo a prueba Ia capacidad de las instituciones e instrumentos de Ia política cafetera y demandando un gran esfuerzo para mantener una relativa estabilidad interna y evitar un serio quebrantamiento del sector. La Federación, a pesar de no contar con una sustentación en el mercado externo al romperse el Acuerdo Internacional del Café a mediados de 1989, ha seguido defendiendo el ingreso del caficultor y sus condiciones de vida. Igualmente, viene trabajando en Ia modernización de Ia caficultura para acomodarla a las nuevas circunstancias y hacerla sostenible hacia el futuro.