El mercado mundial del café durante el año de 1990 se desarrolló bajo un régimen de libertad, dentro del cual Colombia, gracias a sus instituciones e instrumentos de política cafetera, obtuvo un resultado satisfactorio. Se aumentó el volumen de embarques en forma significativa; se compensó en parte Ia caída de ingresos, y se mejoró Ia participación en el mercado mundial. En el interior, se defendió el ingreso y la calidad de vida del productor cafetero.