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Puede afirmarse que Hungria y Polonia fueron los paÃses más receptivos a la apertura. En este último, Ia presencia del Sindicato Solidaridad le adicionó un ingrediente propio de gran peso politico. Es asi como en abril 5/89 Polonia cambió su sistema de Gobierno a uno de carácter democrático con elecciones libres para Congreso y un Presidente escogido por dicho Congreso1. Adicionalmente, Ia ley sobre actividad económica liberó Ia economia de Ia planificación central y del monopolio de Estado, dándole libertad a las empresas para contratar. Pero este pais enfrenta un problema grave de endeudamiento y de pobreza. Los organismos multilaterales estudian formas de alivio a su deuda y la Comunidad Económica Europea ya le prometió ayuda en alimentos e inversiones en proyectos por cuantia de US$500 millones en 1990. Bulgaria mantiene sus principios socialistas, pero el lider Zhinkov ha buscado alinearse con Gorbachev mediante Ia introducción de algunas reformas y Ia Iibertad para vender productos por fuera de Ia red de compras del Estado. Checoslovaquia se comporta en forma similar. Alemania Oriental, en un principio, rechazá Ia reforma económica, en razón a que dentro del sistema de planeación socialista lograron crear grandes conglomerados industriales y un alto nivel de producción de bienes de capital. Sin embargo, tiene problemas de demanda de parte de sus socios del CAME y necesita mejorar su tecnologia. A nivel politico, las facilidades otorgadas por Hungria para que los habitantes de Alemania Oriental cruzaran Ia frontera hacia occidente y las grandes manifestaciones públicas, dieron lugar a que este fenómeno se acrecentara y a que el Jefe del Gobierno renunciara. La Ilegada al poder de Egon Krenz* y el Primer Ministro Hans Modrow, además de Ia caida del Muro de Berlin, han estado acompañadas de reformas al comercio, privatización de las empresas y descentralización.