El tip aborda la importancia de los hongos entomopatógenos en la caficultura colombiana, destacando su uso como alternativa sostenible a los insecticidas químicos para el control de plagas. La Federación Nacional de Cafeteros, junto con Cenicafé, investiga estos hongos y mantiene un “cepario” o banco de cepas para combatir distintas plagas, como la broca y las cochinillas, sin afectar el ambiente ni la calidad del café. Este método apoya la economía circular al permitir el uso de subproductos del café sin contaminación química, promoviendo una caficultura sostenible y rentable.