Una de las prácticas determinantes para aumentar la productividad de los sistemas de producción, es la definición de los arreglos espaciales, precipitación, fertilización y la densidad de siembra con la cual se establecerá la plantación. Es necesario tener en cuenta que la forma de distribuir las plantas en el terreno, con sus distancias de siembra y la densidad, influirán sobre las labores de manejo y la duración de los ciclos de producción del cultivo.