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La muerte descendente es una enfermedad de relevancia en ciertos climas regionales, afectando el crecimiento, desarrollo y ciclo productivo de las plantas, con pérdidas que pueden alcanzar hasta el 80% en almácigos y plantas jóvenes. Los factores que favorecen su aparición incluyen amplitudes térmicas diarias superiores a 11°C, temperaturas inferiores a 20°C, altitudes mayores a 1.600 m, vientos frÃos superiores a 6 km/h, baja luminosidad (menos de 1.500 horas al año), nubosidad y neblina frecuente, además de épocas de alta humedad y comienzos de lluvias. Esta enfermedad se ve potenciada en terrenos montañosos y expuestos, como mesetas y filos, que carecen de barreras o sombra, en suelos con drenaje y nutrición deficientes, en plantas con heridas en los bordes de hojas jóvenes y en variedades susceptibles a la roya del cafeto, como Caturra, que presentan alta defoliación.