
En Planalto, sede de Cenicafé en Manizales, investigan la “Reserva del fruto de café”. Compararon tres procesos (lavado, honey y natural) y descubrieron que la reserva, más que el estado de madurez o la temperatura, intensifica descriptores frutales —cereza, frambuesa, vinosos— sin comprometer la calidad ni inocuidad. Requiere mayor área y control de secado, pero ofrece diferenciación sensorial y valor agregado al caficultor.