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Hace ya cuarenta años que Colombia, con una gran vision del futuro, decidió que su café deberÃa situarse en el más alto nivel de calidad del mundo. Desde entonces, Ia Federación Nacional de Cafeteros ha venido adelantando una campaña para educar al productor sobre los diferentes factores que influyen en Ia calidad del grano, y al consumidor, sobre las caracterÃsticas del producto colombiano asociándolas con una calidad superior. Gracias a Ia campaña de publicidad y promoción a través de Ia figura de Juan Valdez que representa al tipico cafetero colombiano, a unas normas y mecanismos de exportación incluyendo un eficiente control de calidad, que responden bien a las necesidades de quienes participan en el negocio cafetero, y en general, a una sólida estrategia de comercialización, el Café de Colombia ha logrado un destacado y reconocido posicionamiento en los mercados internacionales que le ha generado un mejor precio y mayores ingresos a Ia industria cafetera del paÃs. Colombia fue el paÃs pionero en el esfuerzo para diferenciar su café de otros orÃgenes, pero hoy, muchos paises apuntan al mismo objetivo y quieren ser reconocidos por la calidad de su producto. Los niveles de producción exceden a un consumo que muestra poco dinamismo y esta circunstancia deprime los precios. En este mercado, el sector que crece y que además tiene un importante potencial de crecimiento es el de los cafés de excepcional calidad. En gran parte esto se explica en Ia tendencia actual de los consumidores hacia estilos de vida más sanos, mejores dietas y alimentos saludables de mayor calidad, naturales y amigables con el medio ambiente. En Estados Unidos, el mercado de los cafés especiales alcanza ya 3.5 millones de sacos, 19 por ciento del consumo total de ese paÃs, y en el mundo, 7 millones de sacos, es decir, cerca del 10 por ciento del consumo total en los paises importadores.