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La infografÃa señala que en Cundinamarca, los caficultores deben planificar cuidadosamente las épocas de siembra para maximizar la producción. La siembra debe realizarse en marzo u octubre, mientras que el germinador debe ser atendido en febrero o agosto. Asimismo, el almácigo debe establecerse en abril u octubre. Es esencial que todas las etapas previas a la renovación del cultivo se programen adecuadamente para realizar las labores en el momento correcto. Esta planificación garantiza un crecimiento óptimo de las plantas y ayuda a evitar problemas relacionados con la falta de agua. Los caficultores deben estar atentos a las condiciones climáticas para asegurar el éxito de su cultivo.