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Hacia 1834 un presbÃtero jesuita, Francisco Romero, llegó al municipio de Salazar de las Palmas, donde halló pequeñas siembras de café; como ferviente admirador de la planta, impuso como penitencia a sus feligreses la siembra de cafetos. Casi un siglo más tarde, el 16 de enero de 1929, se instaló en Cúcuta el primer Comité de Cafeteros de Norte de Santander. Con dos zonas cafeteras bien marcadas, el sabor, limpio y suave, del café va desde el dulce hasta el herbal, y su acidez y cuerpo desde medio hasta medio-alto.