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Colonos del viejo Caldas, el Tolima Grande y los Santanderes llevaron el café a Caquetá, Casanare y Meta, en cuya capital Villavicencio, fueron creadas las Oficinas Coordinadoras de la FNC el 1 de marzo de 1979. En Carmen del Atrato (Chocó) y Mocoa (Putumayo) la presencia institucional cafetera es más reciente. El café ha fortalecido el tejido social y el arraigo familiar, y llevado obras de infraestructura a diversos rincones. Los cafés de la región destacan por su exotismo. Del de Casanare destacan su muy alto cuerpo caracterÃstico y único, suavidad y residualidad con sutiles notas a pan tostado; el del Meta, con fuerte influencia de las lluvias del piedemonte y vientos de la llanura oriental, es un café aromático y complejo, con sabores a bosque y frescura; y el del Caquetá, con fuerte influencia de los vientos del Amazonas, tiene un sabor de cuerpo medio-bajo y acidez media.