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La caficultura colombiana atraviesa hoy por una de las peores crisis de su historia. En efecto, como lo muestra Pizano (2001), en el año 2001 se registró el precio real externo del café más bajo en 180 años de historia. No obstante, a diferencia de décadas anteriores, actualmente el comportamiento del negocio cafetero no tiene unos impactos macroeconómicos de tan grande magnitud. En la década del 50, por ejemplo, las exportaciones cafeteras representaban el 9,7% del PIB nacional, mientras que en el periodo 90-98 aportaron el 4,4% (Pizano, 2001), y en el año 2001 no logran aportar el 1 %. Esto implica que la actual crisis de los precios internacionales del café no tendrá unos efectos macroeconómicos inmediatos de tan amplia magnitud como otras crisis anteriores. Sin embargo, esta pérdida de peso macroeconómico no se debe únicamente a la drástica caÃda de los precios internacionales del grano como consecuencia de Ia ruptura del pacto internacional en 1989. También está el hecho de que las exportaciones menores de Colombia crecieron considerablemente en Ia década de los noventa, lo mismo que las de hidrocarburos. De cualquier manera, a pesar de esta pérdida de importancia macroeconómica de Ia caficultura, la actual crisis ya ha tenido y tendrá graves efectos microeconómicos y sociales, principalmente, que pueden redundar en efectos sobre el mercado laboral de no menos importancia. En este sentido, el café tiene una caracterÃstica determinante que Ia distingue del resto de Ia economÃa: si bien su contribución relativa al valor agregado total es baja, su contribución a Ia generación de empleo de pequeños productores es alta y, por esta via, su contribución a Ia generación de ingresos para los hogares de esos productores también es comparativamente alta en el sector agropecuario. En efecto, Ia producción de café en Colombia genera directamente 529.246 puestos de trabajo y recae sobre 566 mil productores. El 73,71 % de las fincas cafeteras posee un tamaño que varÃa de 0,1 a 5 hectáreas (Ha en adelante). Una proporción importante (37,15%) está constituida por fincas menores de 1 Ha. Comparando el tamaño de las Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) cafeteras con el tamaño de las plantaciones de café, se observa una mayor frecuencia en el rango de 1 a 5 Has. en el tamaño de las UPA, mientras que Ia mayor frecuencia para el tamaño de las plantaciones se encuentra en el rango de 0,3 a 1 Ha. Estas caracterÃsticas son precisamente las que determinan el impacto micro económico y social de Ia crisis cafetera.