El suelo es un recurso natural vital en gran medida no renovable, que está sometido a una presión de uso cada vez mayor y a procesos de degradación, entre ellos la erosión hÃdrica, la cual es considerada a nivel mundial como el principal problema medioambiental que ocurre en la agricultura convencional y, por consiguiente, el más importante que afrontar, para mantener la capacidad productiva de los suelos, y en el cual los agricultores tienen el mayor margen de actuación.