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Cuando los precios de los alimentos en los paÃses con grandes números de personas pobres alcanzan un pico, la intervención pública es esencial para aliviar el hambre y la malnutrición. Para los gobiernos, esto es también un caso de supervivencia polÃtica. Las acciones del gobierno suelen adoptar la forma de intervenciones directas en el mercado para estabilizar los precios de los alimentos, lo cual va en contra de la mayorÃa de consenso académico internacional, que dictamina que es mejor depender de redes de seguridad social y del comercio mundial. A pesar de las limitaciones de las polÃticas de estabilización de precios de los alimentos, están muy difundidas en los paÃses en desarrollo. Este documento intenta desentrañar los elementos de este dilema de polÃtica pública. Las polÃticas de estabilización de precios pueden surgir como consecuencia de problemas de coordinación nacional e internacional. A nivel de cada paÃs, está en el interés nacional ajustar las polÃticas comerciales para tomar ventaja del mercado mundial a fin de lograr la estabilidad de los precios internos. Cuando las polÃticas comerciales contra cÃclicas se vuelven generalizadas, el resultado es un mercado mundial más débil y menos fiable, lo que disminuye aún más el atractivo del laissez-faire. El mismo cÃrculo vicioso opera en el mercado interno: sin polÃticas eficaces para proteger a los pobres, tales como las redes de seguridad alimentaria, la liberalización del mercado carece de credibilidad y hace que los actores privados sean renuentes a intervenir, lo que a su vez obliga al gobierno a intervenir. El desafÃo en la polÃtica actual reside en el diseño de polÃticas que contribuyan a la construcción de la confianza en los mercados mundiales y el aumento de la confianza entre los agentes públicos y privados.